Patrimonio de la humanidad es el título conferido por la UNESCO (La Organización de las Naciones, la Educación, la Ciencia y la Cultura) a lugares específicos del planeta para catalogar, preservar y dar a conocer su importancia cultural o natural para la herencia común de la humanidad.
Quiero enseñaros estos sitios y monumentos maravillosos y aseguraros, que los lugares menos conocidos os van a sorprender gratamente.

jueves, 25 de febrero de 2016

Ceremonias y rituales japonesas

El akiu no taue odori
Es una danza simuladora de las faenas de trasplante del arroz que ejecutan los vecinos de Akiu, una ciudad del norte del Japón, para impetrar una buena cosecha. Bailada desde finales del siglo XVII por las comunidades de toda la región, esta danza se ejecuta hoy en festivales que tienen lugar en primavera y otoño. Diez bailarinas vestidas con kimonos coloridos, tocadas con flores y acompañadas por un grupo de dos a cuatro bailarines, interpretan entre seis y diez piezas de baile, según el repertorio. Alineadas en una o dos filas y provistas de abanicos o campanillas, ejecutan pasos de baile que evocan las faenas del ciclo de cultivo del arroz, en particular el taue, esto es, el trasplante de los tallos jóvenes al arrozal inundado.

                                                       fuente: www.die-japanreise.de


                                                    fuente: www.tsunagujapan.com

El chakkirako
Inspirándose en las danzas de otras ciudades, aprendidas gracias a los marineros venidos de otros puertos, la población de Miura creó la danza ritual del chakkirako para celebrar el Año Nuevo e impetrar prosperidad y pescas abundantes en los meses siguientes. A mediados del siglo XVIII, este ritual cobró la forma de un espectáculo que tenía por objeto mostrar el talento artístico de las jóvenes de la ciudad. Así, cada año, a mediados de enero, entre diez y veinte jóvenes vestidas con kimonos coloridos danzan en un santuario, o delante de las casas de los vecinos, acompañadas por un coro de cinco a diez mujeres de 40 a 80 años que cantan a capella. Las jóvenes se colocan frente a frente, alineándose en dos filas o formando un corro, y ocultan sus rostros con un abanico en algunos bailes o hacen castañetear palillos de bambú en otros. El nombre dado a esta danza ritual, chakkirako, evoca precisamente el sonido de esos palillos. Transmitido de madres a hijas, el repertorio del chakkirako está compuesto por cantos y danzas seculares que no sólo son una forma de esparcimiento, sino que también constituyen un medio para reafirmar la identidad cultural de quienes lo interpretan y la del conjunto de la comunidad.  

                                                          fuente: www.goldenjipangu.com


                                                       fuente: www.ichcap.org

El daimokutate
En el santuario de Yahashira ( Nara) jóvenes de la comunidad Kami-fukawa, vestidos de samuráis y colocados en semicírculo, se mantienen erguidos con sendos arcos en sus manos. Uno por uno van ocupando el centro del semicírculo a instancias de un anciano que va pronunciando el nombre de cada uno de los personajes de los relatos sobre la contienda entre los clanes Genji y Heike. Cada joven recita de memoria el texto de su personaje respectivo con un tono de voz característico, pero sin actuación gestual ni acompañamiento musical alguno. Cuando los veintiséis personajes se han expresado por boca de los jóvenes, éstos golpean el suelo rítmicamente con sus pies y salen del escenario cantando. En sus orígenes, este ritual consagraba la admisión oficial de los primogénitos –a los diecisiete años cumplidos– en el círculo de las veintidós familias de la comunidad Kami-fukawa. Actualmente, el daimokutate se representa todos los años a mediados de octubre y participan en él jóvenes de diversas edades y de muchas otras familias.


                                                       fuente. www.unesco.org

El bugaku de Dainichido
Es una danza ritual y la música que se celebra en la ciudad de Hachimantai, al norte del Japón. El 2 de enero los miembros de cuatro comunidades se dan cita para marchar en procesión hasta el santuario. Una vez allí, ejecutan desde el alba hasta el mediodía nueve danzas sagradas, que son rogativas implorando felicidad para el Año Nuevo. Algunas de esas danzas son interpretadas por bailarines con máscaras –entre las que figura la del mitológico león shishi– y otras por niños, en función de las variantes específicas de cada comunidad. Según la leyenda, unos artistas itinerantes de bugaku, representación ritual de música y danza del Palacio Imperial, actuaron en la ciudad de Hachimantai a principios del siglo VIII, en tiempos de la reconstrucción del Dainichido, el pabellón del templo.  

                                              fuente: umajii2010.blog.so-net.ne.jp    


 El kagura de Hayachine
Es una antigua ceremonia teatral, con danza y música, en honor a los dioses (kami, 神) de la religión sintoísta. El evento consta de numerosos actos, divididos en dos partes principales. La primera, ritual, consiste en preparar el espacio, za (座), en el que el kami se manifestará. La segunda parte recoge la representación llevada a cabo por sacerdotes para el entretenimiento de la deidad y de la audiencia. La adaptabilidad a lo largo del tiempo a diferentes formas de representación o festivales populares ha conllevado la desaparición de la primera parte ritual.  
                               
                                                    fuente: www.japan-iwate.info


                                                  fuente: www.japan-iwate.info


El ritual oku-noto no aenokoto
Es un ritual agrario transmitido de generación en generación por los arroceros de la península de Noto, situada al norte de la prefectura de Ishikawa, en la parte central de la isla de Honshu, la más importante del archipiélago japonés. Celebrado dos veces al año, este ritual impetratorio de buenas cosechas es único en su género entre todos los existentes en Asia. Su particularidad estriba en que los jefes de familia invitan a las divinidades de los arrozales a sus hogares y se conducen como si los espíritus invisibles de éstas estuvieran realmente presentes. En diciembre, los campesinos expresan su gratitud a las divinidades por la cosecha, preparándoles un baño y una comida, y haciendo sonar los mazos y morteros con que se elaboran los pasteles de arroz para incitarlas a salir de los arrozales. Con atuendos de ceremonia y faroles en la mano las acogen en sus casas, las llevan a la habitación de huéspedes para que descansen, les ayudan a bañarse y les ofrecen una comida a base de arroz, fríjoles y pescado. Como las divinidades de los arrozales son reputadas por no gozar de buena vista, los anfitriones les describen los platos de la comida a medida que los van sirviendo. En febrero, antes de plantar el arroz, los campesinos cumplen con un rito similar para pedir que la cosecha sea abundante.

                                                       fuente: en.unesco.org


                                                    fuente: www.die-japanreise.de

La danza tradicional de los ainu
Los ainu son un pueblo indígena que vive hoy, en su mayoría, en la isla de Hokkaidō, al norte del Japón. Su danza tradicional se presenta en público en el transcurso de actos ceremoniales y banquetes, así como en el contexto de festivales culturales recién creados, o se ejecuta en privado en diversas ocasiones de la vida diaria. En su ejecución tradicional, los bailarines forman un amplio círculo. A veces, los espectadores les acompañan con cantos interpretados sin ningún tipo de instrumento musical. Algunas danzas consisten en imitar gritos y mimar movimientos de animales o insectos y otras tienen un carácter ritual, por ejemplo la danza del arco o la del sable. Hay otras, por último, que son improvisadas o están exclusivamente destinadas al esparcimiento. Los ainu creen en la existencia de divinidades que pueblan el mundo que les rodea, de ahí que a menudo recurran a la danza para venerar la naturaleza y agradecerle sus dones. La danza también desempeña un papel esencial en ceremonias solemnes como la llamada Iyomante, en la que los participantes envían al paraíso la divinidad encarnada en el oso que les ha servido de alimento, mimando los movimientos de un oso vivo.

                                                   fuente:  www.youtube.com                                         


El Mibu no Hana Taue, ritual del trasplante del arroz en Mibu
Es un ritual agrícola practicado por las comunidades de Mibu y Kawahigashi, en la ciudad de Kitahiroshima, situada en la prefectura de Hiroshima. Tiene por objeto honrar a la deidad del arroz para que dispense una cosecha abundante. El ritual, que tiene lugar el primer domingo de junio, cuando ya se ha finalizado el trasplante del arroz, ilustra las etapas de plantación y trasplante del arroz. Los campesinos llevan al santuario de Mibu reses de ganado engalanadas con collares de colores y sillas de montar ornamentadas. Un anciano, portador de una vara sagrada, conduce luego las reses hasta un arrozal especialmente reservado para la celebración del ritual. Una vez que se ha arado el campo con las reses, muchachas con vestidos de colores colocan las plantas de arroz en una caja interpretando una canción bajo la dirección de una persona anciana. Luego se aplana el suelo del arrozal con un instrumento denominado “eburi”, que se reputa que contiene a la deidad de los arrozales. Después las muchachas trasplantan las plantas de arroz, una por una, marchando hacia atrás, mientras que la persona que maneja el ''eburi'' y la que lleva las plantas siguen a las jóvenes, alisando el arrozal a su paso. Al mismo tiempo se interpretan cantos rituales con acompañamiento de tambores, flautas y pequeños gongs. Cuando el trasplante ritual finaliza, el “eburi'” se coloca boca abajo en el agua junto con tres haces de plantas de arroz.

                                                     fuente: alternativanikkei.com.ar



                                               fuente: www.mirandohaciajapon.com


                                              fuente: www.tsunagujapan.com


El Sada Shin Noh, conjunto de danzas sagradas del Santuario de Sada
Es un conjunto de danzas rituales de purificación que se ejecutan los días 24 y 25 de septiembre de cada año en el santuario de Sada, situado en la ciudad  de Matsue, perteneciente a la prefectura de Shimane. La ejecución de las danzas tiene por objeto purificar las nuevas esteras de junco (''goza'') en las que van a sentarse los dioses tutelares del santuario. Con la sustitución de esas esteras la comunidad aspira a atraerse sus bendiciones. En un escenario especialmente construido dentro del santuario se ejecutan diferentes tipos de danzas. En algunas de ellas los bailarines llevan espadas, varas de madera sagradas y campanillas, mientras que en otras llevan máscaras con rostros de ancianos o de dioses y hacen revivir los mitos japoneses. En la danza ritual del ''gozamai'', los ejecutantes bailan con las esteras de junco para purificarlas antes de que sean ofrendadas a los dioses. Las danzas se acompañan con canciones y músicas de flautas y tambores ejecutadas por intérpretes sentados en torno al escenario. Algunos creen que el ritual del Sada Shin Noh debe realizarse periódicamente para que el poder los dioses tutelares renazca y poder garantizar así un futuro próspero y pacífico a las personas, a sus familias y a la comunidad en su conjunto. Todas estas danzas se transmiten de generación en generación entre los miembros de la comunidad.

                                               fuente: matsuetravelguide.wordpress.com



                                         fuente: www.connect-shimane.com



                                                 fuente: www.connect-shimane.com


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