Patrimonio de la humanidad es el título conferido por la UNESCO (La Organización de las Naciones, la Educación, la Ciencia y la Cultura) a lugares específicos del planeta para catalogar, preservar y dar a conocer su importancia cultural o natural para la herencia común de la humanidad.
Quiero enseñaros estos sitios y monumentos maravillosos y aseguraros, que los lugares menos conocidos os van a sorprender gratamente.

viernes, 16 de diciembre de 2016

El majlis y el café árabe. Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Oman, Catar

El majlis, un espacio cultural y social
Es un sitio en el que se reúnen los miembros de las comunidades para discutir eventos y temas locales, intercambiar noticias, recibir invitados, entablar amistades y divertirse. Suele ser un vasto lugar de reunión comunitario, cubierto de alfombras y con cojines adosados a las paredes, donde se resuelven problemas, se presentan pésames y se celebran bodas. También suele tener un hornillo o cocina para preparar café u otras bebidas calientes. El ''majlis'' tiene sus puertas abiertas a todos y pueden acudir a él las familias, tribus y vecinos del mismo barrio, o incluso de otros barrios distantes.  Los jueces y jeques religiosos son personalidades de particular importancia en el ''majlis'' porque arbitran litigios y esclarecen las cuestiones relacionadas con los derechos y obligaciones de índole política, social y religiosa. Las mujeres tienen sus propios ''majlis'', aunque hay mujeres importantes que acuden a otros que no están reservados a un público exclusivamente femenino y que tienen un carácter más intelectual y literario. Los ''majlis'' desempeñan un papel prominente en la transmisión del patrimonio cultural oral: cuentos, canciones populares, poemas nabateos, etc.

                                                             fuente: Unesco


El café árabe, un símbolo de generosidad
Servir un café árabe es un elemento importante de la hospitalidad en las sociedades arábigas y se considera un acto ritual de generosidad. El café se prepara tradicionalmente en presencia de los invitados. Los preparativos comienzan con la selección de los granos, que se tuestan ligeramente en una sartén plana antes de triturarlos en un mortero de cobre con un mazo del mismo metal. Luego se ponen los granos así molidos en una gran cafetera –también de cobre– que se llena de agua y se pone al fuego. Cuando la infusión está lista, se echa en una cafetera de dimensiones más reducidas y se sirve a los invitados en tazas pequeñas. El primer servido es el invitado más importante, o el más anciano. Las tazas de los invitados sólo se llenan hasta un cuarto de su capacidad, y así se puede volver a servir café varias veces más. La costumbre exige que cada invitado beba una taza por lo menos, pero no más de tres. El café árabe lo preparan hombres y mujeres de toda condición social, especialmente en el hogar familiar. 


                                                        fuente: Viajar y Paladar



                                                            fuente: Viajar y Paladar

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