Está situado a un centenar de kilómetros al noreste de Budapest. La historia de este pueblo se remonta al siglo XIII con la construcción del castillo sobre el monte Szár a 365 m de altitud.
Parcialmente destruido al principio del siglo XVIII,
sigue siendo uno de los castillos mejor conservados del norte de
Hungría.
El casco antiguo, verdadero museo al aire libre, incluye una cincuentena
de casas y edificios, incluida la iglesia de madera
construida en el siglo XVI. Las casas rústicas ilustran la estructura de construcción palocze del siglo XVII (los "Palóc"
constituyen un grupo étnico a cultural tradicional específico de la
región cuyos orígenes siguen siendo un misterio). El pueblo fue destruido en numerosas ocasiones hasta el último
incendio de 1909 después del cual se abandonaron los tejados de caña y se sustituyeron por tejas.
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