La comunidad de los wayuus está asentada en la Península de La Guajira. Su sistema normativo comprende un
conjunto de principios, procedimientos y ritos que rigen la conducta
social y espiritual de la comunidad. Inspirado en principios de
reparación y compensación, este sistema es aplicado por las autoridades
morales autóctonas: los pütchipü’üis o “palabreros”, personas
experimentadas en la solución de conflictos y desavenencias entre los
clanes matrilineales de los wayuus. Cuando surge un litigio, las dos
partes en conflicto, los ofensores y los ofendidos, solicitan la
intervención de un pütchipü’üi. Tras haber examinado la situación, éste
comunica a las autoridades pertinentes su propósito de resolver el
conflicto por medios pacíficos. Si la palabra –pütchikalü– se acepta, se
entabla el diálogo en presencia del pütchipü’üi que actúa con
diplomacia, cautela y lucidez. El sistema de compensación recurre a
símbolos, representados esencialmente por la oferta de collares
confeccionados con piedras preciosas o el sacrificio de vacas, ovejas y
cabras. Incluso los crímenes más graves pueden ser objeto de
compensaciones, que se ofrecen en el transcurso de ceremonias especiales
a las que se invita a las familias en conflicto para restablecer la
armonía social mediante la reconciliación. La función de pütchipü’üi
recae en tíos maternos –parientes especialmente respetados en el sistema
de clanes matrilineales de los wayuus– que se destacan por sus virtudes
en el plano ético y moral.
fuente: Unesco
Los conocimientos de los chamanes jaguares de Yuruparí
Constituyen el
patrimonio étnico de numerosos grupos étnicos asentados a orillas del
río Pirá Paraná, que fluye en el Departamento del Vaupés, al sudeste de
Colombia. Según la sabiduría ancestral, el Pirá Paraná es el centro de
un vasto espacio denominado el territorio de los jaguares de Yuruparí,
cuyos sitios sagrados encierran una energía espiritual vital que nutre a
todos los seres vivientes del mundo. Los chamanes jaguares siguen un
calendario de rituales ceremoniales, basados en sus conocimientos
sagrados tradicionales, con miras a agrupar a la comunidad, curar a las
personas, prevenir las enfermedades y revitalizar la naturaleza. Los
rituales comprenden canciones y danzas que embellecen los procesos de
curación. Se reputa que la energía vital y los conocimientos
tradicionales de los chamanes se han heredado de un mítico Yuruparí
omnipotente, una anaconda que vivió como persona y que se encarna en
unas preciadas trompetas sagradas fabricadas con madera de palma. Cada
grupo étnico posee sus propias trompetas yuruparí, que son el elemento
central de un ritual muy estricto denominado Hee Biki. Durante la
ejecución de este ritual, se transmiten a los jóvenes varones normas
tradicionales para la preservación de la salud del cuerpo y la
conservación del territorio, en el contexto de su paso a la edad adulta.
Los conocimientos tradicionales sobre la preparación de alimentos y los
cuidados a niños y mujeres embarazadas se transmiten entre las mujeres.
fuente: www.cinu.mx
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