Se caracterizan por una selección de cuevas artificiales,
excavadas desde la capa gruesa y homogénea de tiza blanda en las tierras
bajas de Judea. Incluyen cámaras y sistemas con variadas formas y
funciones, y situadas debajo de las antiguas ciudades gemelas de Maresha
y Beit Guvrin, que dan testimonio de la sucesión de períodos históricos
de la excavación. Su uso se extiende durante más de 2.000 años, desde
la Edad de Hierro a las Cruzadas. Las excavaciones originales eran
canteras, pero fueron transformadas para diversos fines agrícolas y la
actividad local, como prensas de aceite, columbarios, establos,
cisternas subterráneas y canales, baños, enterramientos y lugares de
culto, incluso de escondite en tiempos difíciles.
foto: David Jones 大卫 琼斯
foto: orientalizing
Las
cuevas de Tel Mares se remontan al siglo IX a.C. y su máximo apogeo fue
durante los siglos II y III a.C. Las cuevas en Beit Guvrin fueron
talladas en los primeros siglos de nuestra era, siendo las más
espectaculares las de forma acampanada, talladas entre los siglos VI y
VIII. El último uso de estas cuevas se produjo en el siglo X, marcando
los 2.000 años de uso. En las paredes se encuentran inscripciones en árabe y cruces
lo que indica que fueron excavadas durante el período árabe temprano,
siglos VII-X.
foto: Vera Izrailit
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foto: orientalizing
foto: Mykola Vynogradov
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foto: Scott Ableman
foto: Vera Izrailit
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foto: orientalizing
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