Los hombres y mujeres de estas comunidades cantan relatos y poemas,
acompañando sus interpretaciones con movimientos rítmicos del cuerpo, en
diversos eventos de carácter ritual, religioso o festivo para celebrar
la vida, rendir culto a los santos o despedirse de los difuntos. La
música de marimba se toca con un xilófono de madera de palma, equipado
con tubos resonadores de bambú, y se acompaña con sones de tambores y
maracas. Este elemento del patrimonio cultural inmaterial está
profundamente arraigado en las familias, así como en las actividades de
la vida diaria. Por eso, se considera que sus practicantes y
depositarios son los miembros de la comunidad en su conjunto, sin
distinción de sexo o edad. Las personas de mayor edad de la comunidad
desempeñan el papel esencial de transmisores de las leyendas y
narraciones de la tradición oral a las generaciones más jóvenes,
mientras que los profesores de música supervisan la transmisión de los
conocimientos musicales. La música de marimba y los cantos y danzas
tradicionales propician los intercambios simbólicos, comprendidos los de
alimentos y bebidas.
fuente: Zona Cero
fuente: Agencia ANDES
fuente: www.ppdigital.com.ec
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