En esta práctica en la que la que se dan cita la danza, la poesía 
cantada y la música de tambores, se simula una batalla. Dos grupos de 
unos veinte hombres alineados en dos filas se afrontan agarrando en sus 
manos finas cañas de bambú que simbolizan lanzas o espadas. Entre las 
filas se colocan músicos que tocan tambores de muy diversos tamaños, así
 como címbalos de latón. Los hombres entonan cantos poéticos moviendo la
 cabeza y blandiendo sus cañas de bambú al compás de los tambores, 
mientras que otros se desplazan alrededor de las filas blandiendo 
espadas y fusiles que lanzan al aire de vez en cuando para atraparlos 
cuando caen. En los Emiratos Árabes Unidos, también participan 
jovencitas, ataviadas con indumentarias tradicionales, que ocupan el 
proscenio, imprimiendo a sus cabelleras un movimiento de vaivén. La 
melodía tocada comprende siete sonoridades que se repiten de forma 
irregular y la poesía cantada varía en función de las circunstancias. 
“Al-ayyala” se practica con motivo de la celebración de matrimonios y de
 otros tipos de festividades en el Sultanato de Omán y los Emiratos 
Árabes Unidos. Las personas que practican este elemento del patrimonio 
cultural son de edades y orígenes muy diversos. Suelen ser los jefes los
 que heredan las diferentes funciones y los que se encargan de formar a 
las demás personas que practican el elemento.
fuente: Unesco
Al-Razfa, arte escénico tradicional
Es un arte escénico popular practicado por hombres de todas las edades y clases 
sociales, con motivo de la celebración de eventos sociales como bodas y 
fiestas nacionales. Los intérpretes forman dos filas situadas frente a 
frente, dejando entre ellas un espacio que ocupan los bailarines. 
Conducidos por un maestro cantor, los intérpretes forman dos coros que 
cantan a modo de antífona al son de tambores y otros instrumentos 
musicales. Muchos de los cantos retoman versos de poemas tradicionales 
nabateos, cuidadosamente escogidos para el evento de que se trate. Los 
bailarines danzan al compás de la música enarbolando réplicas en madera 
de fusiles. En algunas representaciones actúan muchachas jóvenes que 
hacen oscilar sus cabelleras al son de la música. En sus orígenes este 
espectáculo era la celebración colectiva de una victoria, pero hoy en 
día ha llegado a ser una forma de diversión muy popular. Las personas 
que practican este arte escénico han adaptado los instrumentos musicales
 y han compuesto melodías susceptibles de interesar al público más 
joven, pero han mantenido las expresiones ancestrales y las tradiciones 
orales del espectáculo. Todo el mundo puede participar en él, desde los 
jefes de Estado hasta los ancianos y niños pequeños. 
fuente: Unesco


 
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