Patrimonio de la humanidad es el título conferido por la UNESCO (La Organización de las Naciones, la Educación, la Ciencia y la Cultura) a lugares específicos del planeta para catalogar, preservar y dar a conocer su importancia cultural o natural para la herencia común de la humanidad.
Quiero enseñaros estos sitios y monumentos maravillosos y aseguraros, que los lugares menos conocidos os van a sorprender gratamente.

miércoles, 22 de junio de 2016

Fiestas y música japonesa

El gagaku
Literalmente "música elegante", es un tipo de música clásica japonesa que se interpreta en la corte imperial y que tiene trece siglos de desarrollo ininterrumpido. En la actualidad no sólo conserva el repertorio tradicional sino que además es una importante fuente para la música contemporánea. Consiste de tres partes básicas: música religiosa shintoísta nativa y temas folclóricos, saibara; una forma coreana (más precisamente canciones de origen coreano y manchú), komagaku; y una forma china (específicamente de la dinastía Tang), togaku. Por el siglo VII se introducen en Japón desde China, el gakuso (cítara) y el gakubiwa (tipo de laúd), los cuales han sido utilizados desde muy temprano en el gagaku.

                                                           fuente: iha-gagaku.com


                                                      fuente: doyouknowjapan.com

El furyumono de Hitachi
El desfile procesional se celebra todos los años en el mes de abril, durante el Festival de los Cerezos, o cada siete años en el mes de mayo, al mismo tiempo que el Gran Festival del Templo de Kamine. Cada una de las cuatro comunidades locales –Kita-machi, Higashi-machi, Nishi-machi y Hom-machi– fabrica un carro alegórico que cumple la función de lugar de culto a una divinidad y que, al mismo tiempo, transporta un teatro de marionetas de varios pisos de altura. Un grupo de tres a cinco marionetistas maneja los hilos de un solo títere, mientras que los músicos tocan melodías para acompañar el espectáculo. Evento comunitario organizado con el consenso general de toda la población de Hitachi, el furyumono es una festividad abierta a todos los que desean participar en ella. No obstante, el arte de las marionetas se transmite exclusivamente dentro de las familias, siendo los padres quienes transmiten sus secretos a los primogénitos. Esto ha permitido preservar todo un antiguo repertorio de técnicas y argumentos teatrales cuyos orígenes parecen remontarse a las enseñanzas de un titiritero ambulante que pasó por Hitachi en el siglo XVIII. En los festivales anuales de los cerezos en flor solamente desfila un carro simbólico preparado por una de las cuatro comunidades, mientras que en el Gran Festival del Templo de Kamine todas las comunidades compiten entre sí para determinar cuál de ellas es la que cuenta con los marionetistas de más talento y cuál es, por lo tanto, la que puede ofrecer una mejor hospitalidad a la divinidad local. 

                                                    fuente: www.samuraitour.com.vn


La festividad de Koshikijima no Toshidon
Según una creencia popular japonesa, cuando comienza un nuevo periodo viene a visitar nuestro mundo una deidad portadora de bendiciones. La festividad de Koshikijima no Toshidon, que tiene lugar la víspera del Año Nuevo en la isla de Shimo-Koshiki, situada al sudoeste del archipiélago japonés, tiene por objeto celebrar la llegada de una de esas divinidades en visita, llamadas raiho-shin. El día de la fiesta, un grupo de dos a cinco hombres se disfrazan de deidades –llamadas toshidon– vistiendo mantos de paja ornados con plantas de la isla para protegerse contra la lluvia y cubriendo sus rostros con máscaras monstruosas de largas narices puntiagudas, dientes enormes y cuernos demoniacos. Los toshidon recorren el pueblo golpeando las puertas y paredes de las casas y llamando a los niños de los que saben, por sus padres, que se han portado mal en el año que acaba. Se sientan luego con ellos, les afean sus travesuras y les sermonean para que se porten mejor. Tras regalar a cada niño, a guisa de despedida, un gran pastel de arroz en forma de bola para que crezca en paz al año siguiente, los toshidon dejan la casa andando hacia atrás y se dirigen al hogar de otra familia. 

                                                  fuente: www.die-japanreise.de


La procesión de los yamahoko
El 17 de julio de cada año, el Festival de Gion, celebrado en la ciudad de Kyoto, situada en el centro del Japón, culmina con la gran procesión de los yamahoko, carros alegóricos engalanados con tapices y ornamentos de madera y metal. Son tan refinados que se les ha dado el nombre de “museos ambulantes”. Este festival lo organiza el templo de Yasaka en el barrio de Gion. Los treinta carros de la procesión son construidos por los habitantes de los distritos autónomos de la ciudad, que vienen transmitiendo esta tradición desde hace muchos años. Cada distrito recurre al concurso de músicos para que toquen en las orquestas acompañantes del cortejo, así como al de artesanos de diversos oficios para que monten, decoren y desmonten los carros alegóricos, que desfilan en un orden establecido por sorteo cada año. Los carros son de dos clases: los yama, que transportan plataformas decoradas de modo que se asemejen a montañas; y los hoko, rematados por altos mástiles de madera, que tenían por objeto en un principio conseguir que la divinidad de la peste se transformase en espíritu protector gracias a las músicas, danzas y actos de adoración que se le tributaban. 

                                                          fuente: www.gettyimages.fi



                                             fuente: www.tokyoweekender.com

Nachi no Dengaku
El arte escénico popular japonés denominado nachi no dengaku está profundamente vinculado al sitio sagrado de Kumano Sanzan, situado en Nachisanku. Su representación se efectúa el 14 de julio de cada año, día de la Fiesta del Fuego de Nachi, en un escenario instalado dentro del santuario de Kumano Nachi. El elemento esencial de la representación y de esa fiesta es una danza ritual que se baila, al son de una flauta y de tambores, para impetrar cosechas de arroz abundantes. Los pasos de esa danza son ejecutados por ocho a diez bailarines, alineados en formaciones diversas, al compás de la música tocada por un flautista, cuatro tamborileros con varios tambores atados a la cintura, cuatro intérpretes del instrumento de cuerda llamado binzasara y otros dos músicos más. El repertorio comprende 22 danzas y la ejecución de cada una de ellas dura 45 minutos. La Asociación para la Preservación del Nachi Dengaku, compuesta por vecinos de Nachisanku, se encarga de organizar las representaciones de este arte escénico y de su transmisión, que se efectúa en el contexto de las creencias religiosas relacionadas con el sitio sacro de Kumano Sanzan y su santuario. 


                                                  fuente: www.kansai.gr.jp

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