Ambas salitreras, aunque originalmente funcionaron de forma separada,
son en la actualidad el principal reflejo del período de esplendor y
contrastes que vivió la región entre fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX.
Santa Laura, en su mejor período, contó con una población de 425
habitantes, mientras que Humberstone sobrepasó los 3.500 habitantes.
La compañía de extracción de nitratos de Guillermo Wendell fundó, en 1872, la oficina salitrera de Santa Laura. Ese mismo año, la "Compañía de Nitratos del Perú" funda la Oficina "La
Palma". Ambas oficinas comienzan un rápido crecimiento, convirtiéndose
rápidamente en bullantes pueblos caracterizados por una arquitectura de
estilo clásico de ultramar inglés.
La mayoría de los edificios centrales de Humberstone, como su enorme
teatro, la iglesia y la pulpería, están hechos total o parcialmente en
madera de pino oregón
importada. Otro hecho importante es el contraste existente entre los
grandes edificios administrativos y de los propietarios con las pequeñas
viviendas de los de trabajadores pampinos. En Humberstone se entregaban
las viviendas por condición dentro de la empresa (empleados,
profesionales y obreros; casados y solteros), contando con agua potable,
luz y alcantarillado.
foto: En la violencia y en la pasión
foto: Gerardo Rosales
foto: Gerardo Rosales
foto: rodolfo tapia
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foto: zwnk
foto: Gerardo Rosales
foto: rodolfo tapia
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foto: Gerardo Rosales
foto: Gerardo Rosales
Santa Laura destaca por su enorme chimenea visible a gran distancia, por
su "Máquina", de pino oregón y de fierro, donde estaban los cachuchos y
por interesantes dependencias y edificaciones, como la Chancadora, la
casa de fuerza; la administración, plazuela, entre otras.
foto: Wen Rou
foto: Jaime Troncoso
foto: Wen Rou
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