Todos los años, numerosas comunidades de ciudades y pueblos del Japón
organizan festividades con desfiles de carros alegóricos para impetrar
de los dioses la paz y la protección contra los desastres naturales. El
elemento consta de 33 ejemplos
representativos practicados en varias regiones del país y constituye una
muestra de la diversidad de las culturas locales. Esta práctica
tradicional exige la colaboración de diversos grupos de las comunidades y
constituye un elemento importante de la identidad cultural de todos los
que participan en ella. La responsabilidad de preparar y organizar las
procesiones festivas recae en hombres, mujeres, niños y ancianos de
ciudades y pueblos que se encargan de las siguientes tareas: el diseño y
la construcción de carros alegóricos representativos de la diversidad
de las culturas locales; la preparación de las músicas de
acompañamiento; y la coordinación de cada evento en su conjunto. En la
fiesta de Mikurumayama, celebrada en Takaoka, los vecinos del centro de
esta ciudad construyen los carros y los de sus arrabales tiran de ellos e
interpretan las músicas procesionales. Las tareas que se han de
realizar se adaptan a personas de todas las edades. Los depositarios más
veteranos de esta tradición cultural guían a los menos experimentados
y, además, se organizan cursos para los jóvenes. En la fiesta de Tenjin,
celebrada en Ueno, los participantes aprenden primero a ser intérpretes
de las músicas (''hayashikata'') y luego van pasando sucesivamente a
las categorías de manipuladores de carros (''tekogata''), guardianes de
carros (''keigoyaku'') y gestores del festival (''saihaiyaku'').
Mikurumayama
fuente: Golden Jipangufuente: irori
Tenjin
fuente: Tourism of ALL JAPAN&TOKYOfuente: Twitter
fuente: 京都移住生活
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