Todos los años, peregrinos de las comunidades cenetes del Sahara sudoccidental argelino visitan tumbas de santos para conmemorar el nacimiento del profeta Mahoma. Esta peregrinación, llamada Sbuâ, dura una semana y comprende una serie de prácticas culturales de carácter festivo que consisten principalmente en actividades colectivas, como interpretaciones de cantos y danzas. El viaje de los peregrinos culmina el séptimo día en una plaza vecina a una ''zawiya'' (institución comunitaria similar a la madraza) situada en el centro de la localidad de Gurara, donde se halla el mausoleo de Sidi El Hadj Belkacem. Al principio los participantes se agrupan –todos confundidos, simbólicamente– en torno al portaestandarte del santo y, posteriormente, cada uno se incorpora a su propio grupo para proseguir las celebraciones del ritual dirigido los peregrinos de más edad. Las mujeres participan en las ceremonias lanzando los tradicionales gritos de júbilo (“yuyús”) y una semana antes del fin de la peregrinación presiden el llamado “rito de la muela”, en el que se tritura el primer puñado de los cereales que se van a usar para preparar el cuscús consumido por los peregrinos. Los depositarios de esta tradición hacen remontar su ascendencia al linaje de los santos y se definen como descendientes suyos. Los niños y los jóvenes participan formalmente en diversos actos, oraciones y cánticos de la peregrinación, convirtiéndose poco a poco en depositarios de esta práctica cultural.
fuente: Easyvoyage
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