Al igual que las demás variantes de este género musical, se trata de una expresión cultural y artística emanada de la esclavitud, compuesta por melodías, danzas y canciones ligeras, sonoras y rítmicas interpretadas en el dialecto criollo de este archipiélago. El instrumento musical por excelencia de este elemento del patrimonio cultural vivo es un gran tambor redondo, semejante a un pandero, que se calienta antes de tocarlo para obtener los sonidos obsesivamente repetitivos que forman la base del ritmo. Las letras de las canciones, compuestas a menudo de forma espontánea, relatan episodios de la vida diaria con sus tristezas, alegrías y momentos de rebeldía. La ejecución de las melodías y danzas del “sega” de Chagos va acompañada del consumo de bebidas y platos tradicionales. Las piezas musicales evocan la nostalgia del pasado y de la tierra natal suscitada por la emigración a tierras lejanas, a fin de que los jóvenes no olviden sus raíces y estén siempre orgullosos de su país. En este tipo de música predomina el ritmo africano, y no tiene tanta predominancia de las otras influencias musicales, pero siempre es cantado en criollo, la lengua de pueblo. Hay dos grandes tipos de "segá"; la mayoría son melodías con tonos alegres y que hablan de cosas divertidas, siempre usando vocabulario en doble sentido. Pero también hay los segás que hablan de los sufrimientos y de la tristeza que sufrió el pueblo esclavo.
fuente: https://www.easyviajar.com/isla-mauricio/la-em-sega-em--2339
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