Patrimonio de la humanidad es el título conferido por la UNESCO (La Organización de las Naciones, la Educación, la Ciencia y la Cultura) a lugares específicos del planeta para catalogar, preservar y dar a conocer su importancia cultural o natural para la herencia común de la humanidad.
Quiero enseñaros estos sitios y monumentos maravillosos y aseguraros, que los lugares menos conocidos os van a sorprender gratamente.

viernes, 28 de abril de 2023

La caligrafía árabe: conocimientos, competencias y prácticas. 2021

 Compartido por: Arabia Saudita, Argelia, Baréin, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Jordania, Kuwait, Líbano, Mauritania, Marruecos, Omán, Palestina, Sudán, Túnez, Yemen.

 Se suele considerar como la principal de las artes islámicas. Transmitida mediante educación formal e informal, esta práctica cultural utiliza las veintiocho letras del alfabeto árabe para la escritura en cursiva de derecha a izquierda. En un principio, esta caligrafía se concibió para lograr que los escritos fueran más claros y legibles, pero luego se fue transformando en un verdadero arte árabe islámico para escribir obras clásicas y modernas. La fluidez de la caligrafía árabe ofrece una infinidad de posibilidades, incluso dentro de una misma palabra, ya que las letras se pueden estirar y transformar de muchas maneras para crear diferentes motivos. En la caligrafía tradicional se recurre a materiales naturales: el cálamo (qalam) se confecciona con tallos de caña y bambú; la tinta se elabora con una mezcla de miel, negro de humo y azafrán; y el papel se fabrica a mano y se trata con almidón, clara de huevo y piedra alumbre. En la caligrafía moderna se usan frecuentemente rotuladores y pinturas sintéticas, así como pulverizadores para escribir en vallas, tablones y paredes de edificios. Los artesanos y diseñadores usan también la caligrafía árabe para ejecutar ornamentaciones artísticas en mármoles, tallados en madera, bordados en tela y grabados en metal.

Todas las formas clásicas que adoptan los caracteres árabes derivan de una de las dos escrituras utilizadas en época preislámica: la cursiva y la hirí, más tarde llamada cúfica.

El nasj es el estilo más básico de la caligrafía árabe, derivado de la antigua cursiva preislámica.


El ruqʿa, derivado del nasj, no es un estilo ornamental sino funcional. Su nombre significa «pedazo», porque se desarrolló para poder escribir en pedazos pequeños de papel, de forma que cupiera la mayor cantidad de texto en el menor espacio posible. 



El kūfī o cúfico es llamado así por la ciudad de Kufa, donde se desarrolló a partir del siglo VIII. Es el estilo más antiguo: anteriormente se llamaba hiri, por la ciudad de al-Ḥīra capital del reino Lájmida, y está en sus orígenes influido por el alfabeto siriaco.


El thuluth se parece al nasj, del que deriva, pero las letras son más largas en proporción al grueso de la línea. Se desarrolla en el siglo xiii como estilo ornamental, en competencia con el cúfico. 


El estilo fārsī (persa) y sus derivados proceden del nasj y nace, como su nombre indica, en las regiones de Asia influidas por la cultura persa.


El estilo dīwānī, derivado también del nasj, debe su nombre al hecho de que era utilizado en la administración (dīwān) del Imperio otomano.



El estilo andalusí o magrebí guarda poca relación con los demás porque a diferencia de ellos no deriva del nasj sino del cúfico antiguo. Es la forma de escritura tradicionalmente usada en Al-Ándalus, el noroeste de África y por los pueblos musulmanes de África occidental.




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