Literalmente "música elegante", es un tipo de música clásica japonesa
 que se interpreta en la corte imperial y que tiene trece siglos de 
desarrollo ininterrumpido. En la actualidad no sólo conserva el 
repertorio tradicional sino que además es una importante fuente para la 
música contemporánea. Consiste de tres partes básicas: música religiosa shintoísta nativa y temas folclóricos, saibara; una forma coreana (más precisamente canciones de origen coreano y manchú), komagaku; y una forma china (específicamente de la dinastía Tang), togaku. Por el siglo VII se introducen en Japón desde China, el gakuso (cítara) y el gakubiwa (tipo de laúd), los cuales han sido utilizados desde muy temprano en el gagaku.
fuente: iha-gagaku.com
fuente: doyouknowjapan.com
El furyumono de Hitachi
El desfile procesional se celebra todos los años en el mes de abril, durante el 
Festival de los Cerezos, o cada siete años en el mes de mayo, al mismo 
tiempo que el Gran Festival del Templo de Kamine. Cada una de las cuatro
 comunidades locales –Kita-machi, Higashi-machi, Nishi-machi y 
Hom-machi– fabrica un carro alegórico que cumple la función de lugar de 
culto a una divinidad y que, al mismo tiempo, transporta un teatro de 
marionetas de varios pisos de altura. Un grupo de tres a cinco 
marionetistas maneja los hilos de un solo títere, mientras que los 
músicos tocan melodías para acompañar el espectáculo. Evento comunitario
 organizado con el consenso general de toda la población de Hitachi, el 
furyumono es una festividad abierta a todos los que desean participar en
 ella. No obstante, el arte de las marionetas se transmite 
exclusivamente dentro de las familias, siendo los padres quienes 
transmiten sus secretos a los primogénitos. Esto ha permitido preservar 
todo un antiguo repertorio de técnicas y argumentos teatrales cuyos 
orígenes parecen remontarse a las enseñanzas de un titiritero ambulante 
que pasó por Hitachi en el siglo XVIII. En los festivales anuales de los
 cerezos en flor solamente desfila un carro simbólico preparado por una 
de las cuatro comunidades, mientras que en el Gran Festival del Templo 
de Kamine todas las comunidades compiten entre sí para determinar cuál 
de ellas es la que cuenta con los marionetistas de más talento y cuál 
es, por lo tanto, la que puede ofrecer una mejor hospitalidad a la 
divinidad local. 
   
   
fuente: www.samuraitour.com.vn
La festividad de Koshikijima no Toshidon
Según una creencia popular japonesa, cuando comienza un nuevo periodo 
viene a visitar nuestro mundo una deidad portadora de bendiciones. La 
festividad de Koshikijima no Toshidon, que tiene lugar la víspera del 
Año Nuevo en la isla de Shimo-Koshiki, situada al sudoeste del 
archipiélago japonés, tiene por objeto celebrar la llegada de una de 
esas divinidades en visita, llamadas raiho-shin. El día de la fiesta, un
 grupo de dos a cinco hombres se disfrazan de deidades –llamadas 
toshidon– vistiendo mantos de paja ornados con plantas de la isla para 
protegerse contra la lluvia y cubriendo sus rostros con máscaras 
monstruosas de largas narices puntiagudas, dientes enormes y cuernos 
demoniacos. Los toshidon recorren el pueblo golpeando las puertas y 
paredes de las casas y llamando a los niños de los que saben, por sus 
padres, que se han portado mal en el año que acaba. Se sientan luego con
 ellos, les afean sus travesuras y les sermonean para que se porten 
mejor. Tras regalar a cada niño, a guisa de despedida, un gran pastel de
 arroz en forma de bola para que crezca en paz al año siguiente, los 
toshidon dejan la casa andando hacia atrás y se dirigen al hogar de otra
 familia. 
fuente: www.die-japanreise.de
La procesión de los yamahoko
El 17 de julio de cada año, el Festival de Gion, celebrado en la ciudad 
de Kyoto, situada en el centro del Japón, culmina con la gran procesión 
de los yamahoko, carros alegóricos engalanados con tapices y ornamentos 
de madera y metal. Son tan refinados que se les ha dado el nombre de 
“museos ambulantes”. Este festival lo organiza el templo de Yasaka en el
 barrio de Gion. Los treinta carros de la procesión son construidos por 
los habitantes de los distritos autónomos de la ciudad, que vienen 
transmitiendo esta tradición desde hace muchos años. Cada distrito 
recurre al concurso de músicos para que toquen en las orquestas 
acompañantes del cortejo, así como al de artesanos de diversos oficios 
para que monten, decoren y desmonten los carros alegóricos, que desfilan
 en un orden establecido por sorteo cada año. Los carros son de dos 
clases: los yama, que transportan plataformas decoradas de modo que se 
asemejen a montañas; y los hoko, rematados por altos mástiles de madera,
 que tenían por objeto en un principio conseguir que la divinidad de la 
peste se transformase en espíritu protector gracias a las músicas, 
danzas y actos de adoración que se le tributaban. 
fuente: www.gettyimages.fi
fuente: www.tokyoweekender.com
Nachi no Dengaku
El arte escénico popular japonés denominado nachi no dengaku está 
profundamente vinculado al sitio sagrado de Kumano Sanzan, situado en 
Nachisanku. Su representación se efectúa el 14 de julio de cada año, día
 de la Fiesta del Fuego de Nachi, en un escenario instalado dentro del 
santuario de Kumano Nachi. El elemento esencial de la representación y 
de esa fiesta es una danza ritual que se baila, al son de una flauta y 
de tambores, para impetrar cosechas de arroz abundantes. Los pasos de 
esa danza son ejecutados por ocho a diez bailarines, alineados en 
formaciones diversas, al compás de la música tocada por un flautista, 
cuatro tamborileros con varios tambores atados a la cintura, cuatro 
intérpretes del instrumento de cuerda llamado binzasara y otros dos 
músicos más. El repertorio comprende 22 danzas y la ejecución de cada 
una de ellas dura 45 minutos. La Asociación para la Preservación del 
Nachi Dengaku, compuesta por vecinos de Nachisanku, se encarga de 
organizar las representaciones de este arte escénico y de su 
transmisión, que se efectúa en el contexto de las creencias religiosas 
relacionadas con el sitio sacro de Kumano Sanzan y su santuario. 
fuente: www.kansai.gr.jp







 
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