Es un sitio en el que se reúnen los miembros de las comunidades para 
discutir eventos y temas locales, intercambiar noticias, recibir 
invitados, entablar amistades y divertirse. Suele ser un vasto lugar de 
reunión comunitario, cubierto de alfombras y con cojines adosados a las 
paredes, donde se resuelven problemas, se presentan pésames y se 
celebran bodas. También suele tener un hornillo o cocina para preparar 
café u otras bebidas calientes. El ''majlis'' tiene sus puertas abiertas
 a todos y pueden acudir a él las familias, tribus y vecinos del mismo 
barrio, o incluso de otros barrios distantes.  Los jueces y jeques religiosos son personalidades 
de particular importancia en el ''majlis'' porque arbitran litigios y 
esclarecen las cuestiones relacionadas con los derechos y obligaciones 
de índole política, social y religiosa. Las mujeres tienen sus propios 
''majlis'', aunque hay mujeres importantes que acuden a otros que no 
están reservados a un público exclusivamente femenino y que tienen un 
carácter más intelectual y literario. Los ''majlis'' desempeñan un papel
 prominente en la transmisión del patrimonio cultural oral: cuentos, 
canciones populares, poemas nabateos, etc.
fuente: Unesco
El café árabe, un símbolo de generosidad
Servir un café árabe es un elemento importante de la hospitalidad en las
 sociedades arábigas y se considera un acto ritual de generosidad. El 
café se prepara tradicionalmente en presencia de los invitados. Los 
preparativos comienzan con la selección de los granos, que se tuestan 
ligeramente en una sartén plana antes de triturarlos en un mortero de 
cobre con un mazo del mismo metal. Luego se ponen los granos así molidos
 en una gran cafetera –también de cobre– que se llena de agua y se pone 
al fuego. Cuando la infusión está lista, se echa en una cafetera de 
dimensiones más reducidas y se sirve a los invitados en tazas pequeñas. 
El primer servido es el invitado más importante, o el más anciano. Las 
tazas de los invitados sólo se llenan hasta un cuarto de su capacidad, y
 así se puede volver a servir café varias veces más. La costumbre exige 
que cada invitado beba una taza por lo menos, pero no más de tres. El 
café árabe lo preparan hombres y mujeres de toda condición social, 
especialmente en el hogar familiar. 
fuente: Viajar y Paladar
fuente: Viajar y Paladar



 
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