Situado en el extremo sudoriental de la isla
 canadiense de Terranova, frente al litoral este del subcontinente 
septentrional americano, este sitio fosilífero se extiende a lo largo de
 una estrecha franja de 17 km. de longitud formada por acantilados 
abruptos. Surgidos del fondo del mar, estos acantilados datan del 
Periodo Ediacárico (unos 580 a 560 millones de años atrás). En ellos se 
pueden observar los conjuntos más antiguos de fósiles ensamblados de 
gran tamaño descubiertos hasta ahora, que ilustran un momento crucial de
 la historia de la vida en la Tierra: la aparición de organismos 
biológicamente complejos de grandes dimensiones, después de una fase de 
la evolución que duró tres mil millones de años y estuvo presidida por 
el predominio de los microbios.
                                                          foto: claudiu_dobre 
      
   
                                                      foto: Helen Goodchild 




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