Es el arte tradicional turco de creación de motivos coloridos, aplicando
 primero con cuentagotas o pincel pigmentos de color a una fina capa de 
agua con materias grasas depositada en un recipiente y transfiriendo 
después a un papel los motivos así creados. Los dibujos y efectos 
logrados con esta técnica de fabricación de papel jaspeado comprenden, 
entre otros, flores, hojas, adornos, entrelazados, mezquitas y lunas que
 se utilizan como ornamentaciones en la encuadernación clásica. Los 
artífices recurren a métodos naturales para extraer los diferentes 
tintes de los pigmentos naturales y mezclarlos con un ácido natural a 
base de hiel de buey. Luego los van depositando con cuentagotas o con un
 pincel en una preparación líquida densa, en la que flotan formando 
motivos de múltiples colores. Los artífices, aprendices y practicantes 
del “ebru” consideran que este arte forma parte integrante de su cultura
 tradicional, su identidad y su modo de vida. La filosofía del “ebru”, 
así como los conocimientos y técnicas conexos se transmiten oralmente y 
mediante la práctica, en el marco de una relación maestro-aprendiz. Para
 adquirir conocimientos elementales sobre la práctica del “ebru” se 
necesitan como mínimo dos años.
fuente: impression-decoupe.com
fuente: www.pinterest.com
fuente: Totenart
La cultura y tradición del café a la turca
El café a la turca es un elemento del patrimonio cultural en el que van 
unidas una serie de técnicas de preparación especiales y una rica 
cultura común tradicional. Los granos recién torrefactados se muelen 
para obtener un polvo fino que se pone en un cazo con agua fría y 
azúcar, y esta mezcla se pone a cocer a fuego lento hasta que espumee 
tal como uno desea. La bebida así obtenida se sirve en tacitas 
acompañada con un vaso de agua y se consume principalmente en los cafés 
donde la gente se reúne para discutir, intercambiar noticias y leer 
libros. Esta tradición cultural es un símbolo de hospitalidad, amistad, 
refinamiento y esparcimiento que impregna todos los ámbitos de la vida.  Los conocimientos y ritos 
vinculados a este elemento del patrimonio cultural se transmiten entre 
los miembros de la familia mediante la observación y la participación. 
El poso que queda en las tazas vacías se suele usar a menudo para 
predecir la suerte de las personas. 
fuente: Unesco




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