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martes, 4 de diciembre de 2018

Prácticas culturales vinculadas al 1º de marzo. Bulgaria, Macedonia, Rumania, Moldavia

Estas prácticas tienen por objeto celebrar el comienzo de la primavera. La principal de ellas consiste en confeccionar y llevar o regalar un cordón trenzado con hilos rojos y blancos, denominado “martenitsa”, “martinka” o “mărţişor”, según los países. Este cordón se destrenza cuando se ve florecer el primer árbol, o cuando se observa la llegada de las primeras golondrinas o cigüeñas. También hay otras prácticas conexas locales, como los ritos de purificación celebrados en la República de Moldova. Según la tradición popular, el cordón trenzado protege contra adversidades como el mal tiempo y augura a las personas, grupos y comunidades una feliz transición del invierno a la primavera en buen estado de salud.  El modo más frecuente de transmisión de este elemento del patrimonio cultural es la educación informal. En las zonas rurales son las mujeres de más edad las que enseñan a las jóvenes a confeccionar los cordones, mientras que en las zonas urbanas, además de la educación informal en las familias, son docentes y artesanos los que enseñan esta práctica a sus alumnos y aprendices. 















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