Los aprendices del oficio de lutier acuden a 
una escuela especializada donde reciben una enseñanza basada en una 
estrecha relación maestro-alumno, y luego prosiguen su aprendizaje en un
 taller local para dominar las técnicas del oficio y perfeccionarse, 
tarea ésta que dura toda la vida. Cada lutier fabrica entre tres y seis 
instrumentos por año, confeccionando y ensamblando a mano, en torno a un
 molde, más de 70 piezas de madera, en función de las respuestas 
acústicas de cada una de ellas. Nunca dos violines son idénticos. Cada 
parte del instrumento se fabrica con una madera específica, escogida con
 esmero y envejecida naturalmente. No se utiliza ningún material 
industrial ni semindustrial. Los 
lutieres de Cremona tienen la profunda convicción de que es esencial 
compartir sus conocimientos para acrecentar sus competencias técnicas, y
 también estiman imprescindible mantener un diálogo con los músicos para
 comprender mejor sus necesidades.
fuente: Unesco
fuente: Italia, fotos e historias by Patzy
fuente. www.cremonafoodvalley.com
fuente: Life in Italy




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