El akiu no taue odori
Es una danza simuladora de las faenas de 
trasplante del arroz que ejecutan los vecinos de Akiu, una ciudad del 
norte del Japón, para impetrar una buena cosecha. Bailada desde finales 
del siglo XVII por las comunidades de toda la región, esta danza se 
ejecuta hoy en festivales que tienen lugar en primavera y otoño. Diez 
bailarinas vestidas con kimonos coloridos, tocadas con flores y 
acompañadas por un grupo de dos a cuatro bailarines, interpretan entre 
seis y diez piezas de baile, según el repertorio. Alineadas en una o dos
 filas y provistas de abanicos o campanillas, ejecutan pasos de baile 
que evocan las faenas del ciclo de cultivo del arroz, en particular el 
taue, esto es, el trasplante de los tallos jóvenes al arrozal inundado. 
                                                       fuente: 
www.die-japanreise.de
                                                    fuente: www.tsunagujapan.com
El chakkirako
 Inspirándose en las danzas de otras ciudades, aprendidas gracias a los 
marineros venidos de otros puertos, la población de Miura creó la danza 
ritual del chakkirako para celebrar el Año Nuevo e impetrar prosperidad y
 pescas abundantes en los meses siguientes. A mediados del siglo XVIII, 
este ritual cobró la forma de un espectáculo que tenía por objeto 
mostrar el talento artístico de las jóvenes de la ciudad. Así, cada año,
 a mediados de enero, entre diez y veinte jóvenes vestidas con kimonos 
coloridos danzan en un santuario, o delante de las casas de los vecinos,
 acompañadas por un coro de cinco a diez mujeres de 40 a 80 años que 
cantan a capella. Las jóvenes se colocan frente a frente, alineándose en
 dos filas o formando un corro, y ocultan sus rostros con un abanico en 
algunos bailes o hacen castañetear palillos de bambú en otros. El nombre
 dado a esta danza ritual, chakkirako, evoca precisamente el sonido de 
esos palillos. Transmitido de madres a hijas, el repertorio del 
chakkirako está compuesto por cantos y danzas seculares que no sólo son 
una forma de esparcimiento, sino que también constituyen un medio para 
reafirmar la identidad cultural de quienes lo interpretan y la del 
conjunto de la comunidad.  

 
                                                          fuente: www.goldenjipangu.com
                                                       fuente: www.ichcap.org
El daimokutate
En el santuario de Yahashira ( Nara) jóvenes de la comunidad Kami-fukawa, vestidos de samuráis y 
colocados en semicírculo, se mantienen erguidos con sendos arcos en sus 
manos. Uno por uno van ocupando el centro del semicírculo a instancias 
de un anciano que va pronunciando el nombre de cada uno de los 
personajes de los relatos sobre la contienda entre los clanes Genji y 
Heike. Cada joven recita de memoria el texto de su personaje respectivo 
con un tono de voz característico, pero sin actuación gestual ni 
acompañamiento musical alguno. Cuando los veintiséis personajes se han 
expresado por boca de los jóvenes, éstos golpean el suelo rítmicamente 
con sus pies y salen del escenario cantando. En sus orígenes, este 
ritual consagraba la admisión oficial de los primogénitos –a los 
diecisiete años cumplidos– en el círculo de las veintidós familias de la
 comunidad Kami-fukawa. Actualmente, el daimokutate se representa todos 
los años a mediados de octubre y participan en él jóvenes de diversas 
edades y de muchas otras familias. 

 
                                                       fuente. www.unesco.org
El bugaku de Dainichido
 Es una danza ritual y la música que se celebra en la ciudad de 
Hachimantai, al norte del Japón. El 2 de enero los miembros de cuatro 
comunidades se dan cita para marchar en procesión hasta el santuario. 
Una vez allí, ejecutan desde el alba hasta el mediodía nueve danzas 
sagradas, que son rogativas implorando felicidad para el Año Nuevo. Algunas de esas danzas son interpretadas 
por bailarines con máscaras –entre las que figura la del mitológico león
 shishi– y otras por niños, en función de las variantes específicas de 
cada comunidad. Según la leyenda, unos artistas itinerantes de bugaku, representación 
ritual de música y danza del Palacio Imperial, actuaron en la ciudad de 
Hachimantai a principios del siglo VIII, en
 tiempos de la reconstrucción del Dainichido, el pabellón del templo.  
                                              fuente: umajii2010.blog.so-net.ne.jp    
 El kagura de Hayachine
Es una antigua ceremonia teatral, con danza y música, en honor a los dioses (kami, 神) de la religión sintoísta.
 El evento consta de numerosos actos, divididos en dos partes 
principales. La primera, ritual, consiste en preparar el espacio, za (座), en el que el kami
 se manifestará. La segunda parte recoge la representación llevada a 
cabo por sacerdotes para el entretenimiento de la deidad y de la 
audiencia. La adaptabilidad a lo largo del tiempo a diferentes formas de
 representación o festivales populares ha conllevado la desaparición de 
la primera parte ritual.  
                                
                                                    fuente: 
www.japan-iwate.info
                                                  fuente: www.japan-iwate.info
El ritual oku-noto no aenokoto
Es un ritual agrario transmitido de generación en generación por los 
arroceros de la península de Noto, situada al norte de la prefectura de 
Ishikawa, en la parte central de la isla de Honshu, la más importante 
del archipiélago japonés. Celebrado dos veces al año, este ritual 
impetratorio de buenas cosechas es único en su género entre todos los 
existentes en Asia. Su particularidad estriba en que los jefes de 
familia invitan a las divinidades de los arrozales a sus hogares y se 
conducen como si los espíritus invisibles de éstas estuvieran realmente 
presentes. En diciembre, los campesinos expresan su gratitud a las 
divinidades por la cosecha, preparándoles un baño y una comida, y 
haciendo sonar los mazos y morteros con que se elaboran los pasteles de 
arroz para incitarlas a salir de los arrozales. Con atuendos de 
ceremonia y faroles en la mano las acogen en sus casas, las llevan a la 
habitación de huéspedes para que descansen, les ayudan a bañarse y les 
ofrecen una comida a base de arroz, fríjoles y pescado. Como las 
divinidades de los arrozales son reputadas por no gozar de buena vista, 
los anfitriones les describen los platos de la comida a medida que los 
van sirviendo. En febrero, antes de plantar el arroz, los campesinos 
cumplen con un rito similar para pedir que la cosecha sea abundante.  

 
                                                       fuente: 
en.unesco.org
                                                    fuente: www.die-japanreise.de
La danza tradicional de los ainu
Los ainu son un pueblo indígena que vive hoy, en su mayoría, en la isla 
de Hokkaidō, al norte del Japón. Su danza tradicional se presenta en 
público en el transcurso de actos ceremoniales y banquetes, así como en 
el contexto de festivales culturales recién creados, o se ejecuta en 
privado en diversas ocasiones de la vida diaria. En su ejecución tradicional, los 
bailarines forman un amplio círculo. A veces, los espectadores les 
acompañan con cantos interpretados sin ningún tipo de instrumento 
musical. Algunas danzas consisten en imitar gritos y mimar movimientos 
de animales o insectos y otras tienen un carácter ritual, por ejemplo la
 danza del arco o la del sable. Hay otras, por último, que son 
improvisadas o están exclusivamente destinadas al esparcimiento. Los 
ainu creen en la existencia de divinidades que pueblan el mundo que les 
rodea, de ahí que a menudo recurran a la danza para venerar la 
naturaleza y agradecerle sus dones. La danza también desempeña un papel 
esencial en ceremonias solemnes como la llamada Iyomante, en la que los 
participantes envían al paraíso la divinidad encarnada en el oso que les
 ha servido de alimento, mimando los movimientos de un oso vivo. 

 
                                                   fuente:  
www.youtube.com                                          
El Mibu no Hana Taue, ritual del trasplante del arroz en Mibu 
Es un ritual agrícola practicado por las comunidades de Mibu y 
Kawahigashi, en la ciudad de Kitahiroshima, situada en la prefectura de 
Hiroshima. Tiene por objeto honrar a la deidad del arroz para que 
dispense una cosecha abundante. El ritual, que tiene lugar el primer 
domingo de junio, cuando ya se ha finalizado el trasplante del arroz, 
ilustra las etapas de plantación y trasplante del arroz. Los campesinos 
llevan al santuario de Mibu reses de ganado engalanadas con collares de 
colores y sillas de montar ornamentadas. Un anciano, portador de una 
vara sagrada, conduce luego las reses hasta un arrozal especialmente 
reservado para la celebración del ritual. Una vez que se ha arado el 
campo con las reses, muchachas con vestidos de colores colocan las 
plantas de arroz en una caja interpretando una canción bajo la dirección
 de una persona anciana. Luego se aplana el suelo del arrozal con un 
instrumento denominado “eburi”, que se reputa que contiene a la deidad 
de los arrozales. Después las muchachas trasplantan las plantas de 
arroz, una por una, marchando hacia atrás, mientras que la persona que 
maneja el ''eburi'' y la que lleva las plantas siguen a las jóvenes, 
alisando el arrozal a su paso. Al mismo tiempo se interpretan cantos 
rituales con acompañamiento de tambores, flautas y pequeños gongs. 
Cuando el trasplante ritual finaliza,  el “eburi'” se coloca boca abajo 
en el agua junto con tres haces de plantas de arroz.

 
                                                     fuente: 
alternativanikkei.com.ar
                                               fuente: 
www.mirandohaciajapon.com
                                              fuente: www.tsunagujapan.com
El Sada Shin Noh, conjunto de danzas sagradas del Santuario de Sada 
Es un conjunto de danzas rituales de purificación que se ejecutan los 
días 24 y 25 de septiembre de cada año en el santuario de Sada, situado 
en la ciudad  de Matsue, perteneciente a la prefectura de 
Shimane. La ejecución de las danzas tiene por objeto purificar las nuevas 
esteras de junco (''goza'') en las que van a sentarse los dioses 
tutelares del santuario. Con la sustitución de esas esteras la comunidad
 aspira a atraerse sus bendiciones. En un escenario especialmente 
construido dentro del santuario se ejecutan diferentes tipos de danzas. 
En algunas de ellas los bailarines llevan espadas, varas de madera 
sagradas y campanillas, mientras que en otras llevan máscaras con 
rostros de ancianos o de dioses y hacen revivir los mitos japoneses. En 
la danza ritual del ''gozamai'', los ejecutantes bailan con las esteras 
de junco para purificarlas antes de que sean ofrendadas a los dioses. 
Las danzas se acompañan con canciones y músicas de flautas y tambores 
ejecutadas por intérpretes sentados en torno al escenario. Algunos creen
 que el ritual del Sada Shin Noh debe realizarse periódicamente para que
 el poder los dioses tutelares renazca y poder garantizar así un futuro 
próspero y pacífico a las personas, a sus familias y a la comunidad en 
su conjunto. Todas estas danzas se transmiten de generación en 
generación entre los miembros de la comunidad.

 
                                               fuente: 
matsuetravelguide.wordpress.com
                                         fuente: 
www.connect-shimane.com
                                                 fuente: www.connect-shimane.com